En un contexto de crisis y convulsiones en el orden mundial, con el hegemónico imperialismo estadounidense en clara decadencia y disputado por China y tras tres años de la invasión rusa a Ucrania, los tambores de guerra han empezado a sonar abiertamente en el seno de la UE.
Por: Javier y Evaristo
La UE y la política de rearme
Mientras la guerra arancelaria de Trump sacudía el mundo, Von der Leyen presentaba el plan de rearme para la Unión Europea. No es casualidad sino el resultado de una Europa crecientemente desunida, en decadencia y cada vez más atrapada en medio de la disputa interimperialista. Bajo este panorama y con la guerra de Putin a las puertas, observamos un creciente apoyo popular al aumento del gasto en seguridad y defensa, o la creación de un ejército europeo.
Para much@s este aumento del gasto aparece como inevitable para asegurar nuestros derechos, nivel de vida, “democracia”… En el denominado bloque progresista encontramos posturas que lo justifican desde la necesidad de lograr una autonomía estratégica de EEUU, ser solidarios con los países del Este o prepararse para los riesgos climáticos o de ciberseguridad.
Sin embargo, para entender las causas del rearme y poder posicionarnos, debemos partir de entender qué es la UE, y qué es lo que realmente se está jugando. La UE surgió a partir de la Segunda Guerra Mundial como bloque económico cuyo centro era el capital francés y alemán, subordinado al capital estadounidense. Desde su constitución y extensión se configuró como un bloque imperialista a nivel externo e interno. Una herramienta para someter y explotar a la clase trabajadora y los pueblos de Europa y amplios sectores del mundo. Los estados se integraban como semicolonias o imperialismos de tercer orden (caso español) respondiendo a los intereses de sus respectivas burguesías nacionales.
A partir de la crisis de 2008, la UE entró en un acelerado proceso de decadencia. A pesar de los enormes ataques de la época de la Troika a l@s trabajador@s europeos y la derrota de las enormes luchas, las ganancias no se recuperaban. En el contexto de cambios del orden mundial, se perdía capacidad de extraer beneficios de otras partes del mundo en pro del imperialismo ascendente chino y ruso. En este marco podemos entender que a lo que responde el plan de rearme, es a la lucha de la burguesía europea, por defender su trozo del pastel de las ganancias mundiales, que cada vez es más pequeño. A la vez, en otra de las evidencias de la deriva autoritaria de la UE que intentan esconder bajo los argumentos de independencia estratégica de EEUU, apoyo a Ucrania y lucha contra Putin… que en la declaración en contra del rearme de la Liga Internacional de los trabajadores se demuestran como falaces. Por todo ello apoyar la creación del ejército europeo no significa mejorar la capacidad de defender nuestros derechos y condiciones de vida, sino mejorar la capacidad de la burguesía de defender sus ganancias a costa de l@s trabajador@s
La posición del gobierno de Sánchez y sus impactos sobre la clase trabajadora.
En este contexto de militarización creciente, el gobierno de Pedro Sánchez compra los postulados de sus socios de la UE y del teórico aliado estadounidense. Como se aprobaba recientemente en el Consejo de ministros, el presupuesto dedicado a Defensa llegará al 2% de inversión, no en 2029 como había anunciado recientemente, ascendiendo la inversión total a los 33.123 millones de euros (10.471 millones de euros más de lo previsto en un principio). También, cabe recordar en este sentido que expertos como Enric Juliana, periodista de La Vanguardia, señala que el 2% del PIB en defensa ya se ha alcanzado en los presupuestos gubernamentales, puesto que hay partidas no contempladas en el gasto en defensa que corresponden a aspectos de la defensa del Estado español1.
Al mismo tiempo desde el gobierno juran y perjuran que el aumento del gasto militar no irá en detrimento del gasto social. Sin embargo, no dicen que el gasto social de hoy en día es insuficiente, que los Servicios Públicos nunca se recuperaron de los recortes y privatizaciones anteriores a la crisis. Aumentar el gasto en defensa quiere decir no aumentarlo en los Servicios Públicos, y a medio plazo recortarlo. En Europa esto ya se está dando: Suecia, Alemania, Finlandia, Reino Unido… ya han avisado que para aumentar el gasto en defensa recortarán el gasto social.2
Por otro lado tenemos el hecho de que este rearme lleva implícita la continuación de la tendencia al aumento de la represión por parte del Estado español, ya sea a nivel interno, en las fronteras o en los estados a donde se envíen las tropas. Como ya mostró el caso Pegasus, el denominado aumento de la “ciberseguridad”, equivale a un aumento del espionaje y del control a políticos y activistas. El caso del Tarajal, mostró que el armamento de la Guardia Civil conlleva matanzas de inmigrantes. Por último, el caso del Líbano mostró que los denominados cuerpos de paz, en última instancia van a garantizar los intereses de la burguesía. Mientras Israel extendía su genocidio al sur del Líbano, los cascos azules allí situados, que fueron directamente atacados estando bajo el mando de un general español, se quedaron de brazos cruzados.
De todo ello son cómplices necesarios lo grupos del autodenominado bloque progresista. Porque ya sea para defender el ejército europeo, o estar más “preparados para los riesgos” (Sumar-ERC)3 o llamamientos generales a la paz (Podemos, BNG), todos ellos olvidan que el Estado español es un país imperialista (de tercer grado y sometido) y que la única paz bajo el imperialismo es la paz de las anexiones y los cementerios.
Las evidencias las encontramos en los conflictos internacionales y la política del bloque progresista, siendo clarificadoras las posturas de Podemos quien intenta situarse como oposición de izquierdas. La defensa de la paz que dicen hacer en nombre de la clase trabajadora, es legitimar la masacre del reparto y la colonización de Ucrania y defender los intereses del imperialismo emergente ruso y chino frente a los decadentes USA-UE. Hoy claman en contra del rearmamento, pero este se inició estando ellos en el gobierno, y no debemos olvidar de como Kichi, alcalde de Cadiz, defendió la producción de corbetas para Arabia Saudí4.
Por último, ha sido especialmente flagrante la reciente polémica sobre las compras a Israel, que a pesar de tumbar un contrato de 15 millones después de ser destapado por la Cadena SER, con los cientos de millones que se gastan en compras a industrias que tienen Gaza como campo de experimentación nada se hace. Ello demuestra que a pesar de todos los discursos, el mínimo de cortar todas las relaciones comerciales, diplomáticas y políticas con Israel ni se ha cumplido, ni hay previsión de hacerlo.
¿Cómo nos organizamos como clase trabajadora para hacer frente a este desafío?
En primer lugar, es necesario apostar por la unidad de acción de la clase trabajadora descartando las posturas tibias anteriormente mencionadas y articulando un programa contra el rearme que integre la exigencia de la salida inmediata de la OTAN, la oposición a cualquier tipo de aumento en el gasto militar que además lo que pretende es beneficiar a numerosas empresas de la industria armamentística, muchas de ellas estadounidenses o israelíes. También debería incluir este programa una exigencia al aumento del gasto social y de la inversión en el fomento del empleo de calidad.
Es segundo lugar, es necesario empezar a discutir desde una perspectiva estratégica cuál es la política que responda a las necesidades de defensa de nuestra clase, porque la carrera armamentística y las convulsiones mundiales se continuarán desarrollando. Esto se debe a que la única salida que encuentra el capitalismo para salir de la crisis, como ya pasó en otros momentos de la historia (crisis imperialista que desembocó en las dos guerras mundiales), se circunscribe a una política de rearme, es decir, desarrollo de las fuerzas destructivas y destrucción de fuerzas productivas que logren equilibrar sus balances económicos, afiancen su posición dentro de la lucha de clases mundial y garanticen que se continúa explotando a la clase trabajadora.
Ya hemos visto que el rearme del estado burgués conllevará ataques al gasto social y un aumento de la represión. Frente a ello debemos plantear que la defensa de los intereses de nuestra clase solo será posible partiendo del principio de que necesitamos un ejército basado en la instrucción militar universal para la autodefensa. Un ejército sustentado en el principio democrático del pueblo armado y controlado por él, con elección democrática de los oficiales por parte de la tropa y depuración de los elementos franquistas que aún quedan. Ello nunca será posible dentro de la Unión Europea. Al contrario, para defender a la clase trabajadora y los pueblos, hay que luchar por construir los Estados Unidos Socialistas de Europa frente a la Europa del capital y la guerra que representa la UE.
1 Como son el polo militar industrial (Presupuesto de Industria y Ciencia), la Alta Implicación del Gasto Militar (Asuntos Exteriores, Agricultura y Cultura y Deporte) y otros organismos (Aportación al Fondo Europeo de Ayuda a la Paz y los centros universitarios para la defensa) F. CIVIETA, Óscar. “El gasto oculto en defensa: el presupuesto militar real es más del doble de lo que indican los presupuestos”. La marea.com (21/11/2021).
2 https://www.abc.es/internacional/europa-recorta-gastos-sociales-financiar-rearme-20250329185529-nt.html y https://www.rtve.es/noticias/20250326/reino-unido-aumenta-presupuesto-defensa-pero-recorta-gasto-social-ante-desaceleracion-economica-pais/16508564.shtml
3 El Diario.es: “Sumar apoya la creación de un ejército europeo y tilda el gasto actual en defensa como” ineficiente” y El Diario.es: “Rufián pide superar “la pancarta” y asume que la izquierda tiene que legislar “sin manías” de orden, seguridad y defensa. 26/3/2025.
4 El Diario.es. “Kichi defiende la producción de corbetas para Arabia Saudí ante “el dilema de fabricar armas o comer”. 7/9/2018