Los banqueros, los grandes empresarios y los hacendados exigen que sean propinados grandes ataques contra nuestros derechos por el nuevo gobierno, sea quien fuere electo. El ataque va a comenzar por la reforma de la Previsión.

 

El proyecto Bolsonaro, además, va a atacar violentamente las libertades democráticas e imponer fuerte represión a los sectores oprimidos y a las luchas de los trabajadores. Muchos trabajadores, sin embargo, indignados, con razón, con el PT y con todo lo que está ahí, van a votar en él creyendo que es honesto y que va a garantizar seguridad.

Es necesario dialogar con esos trabajadores, decir que seremos oposición a cualquiera de los dos candidatos que sea electo, pues todos van a atacar nuestra jubilación y nuestras condiciones de vida. Decir que respetamos sus posiciones y que tienen toda razón de estar indignados con los gobiernos del PT. Nosotros también lo estamos. Fuimos oposición a los gobiernos del PT, y entre Aécio y Dilma llamamos a votar nulo, de la misma forma que defendemos “fuera todos ellos” y “fuera Temer”.

Defendemos una rebelión de la clase obrera y popular como única manera de cambiar el país. No obstante, en el segundo turno, es un tiro en el pie votar a Bolsonaro. Además de tener también aliados corruptos y proponer acabar con nuestros derechos, él defiende la represión contra las luchas de los trabajadores. Defiende un proyecto de dictadura que puede acabar con la libertad de opinión, de hacer oposición y de luchar. Precisamos derrotar a cualquiera de los gobiernos con lucha, pero en este momento, es necesario votar contra Bolsonaro para que podamos tener libertad para enfrentar a Haddad. Por eso, en el segundo turno, sin dar ningún apoyo al PT, debemos votar 13 contra Bolsonaro.

Debemos decir a los trabajadores también, que, independientemente de la posición o de qué candidato defienda cada uno, es preciso asumir un compromiso de unión de todos en las fábricas o en los lugares de trabajo.

Gane quien gane, estaremos unidos y preparados para la lucha unificada en defensa de la jubilación contra cualquier reforma de la Previsión y ataque al aguinaldo, por la revocación de la reforma laboral y de la ley de tercerizaciones, y en defensa de las libertades democráticas, del derecho de huelga, de libre manifestación, de organización y de hacer oposición a los gobiernos. En defensa del derecho de las mujeres, de los negros y de las LGBTs de luchar, presentar sus opiniones y defenderse contra cualquier violencia. En ocupaciones, en la periferia y en la juventud deben formarse comités contra Bolsonaro.

La clase va a reaccionar contra los ataques que vendrán y precisa estar organizada por la base. Es preciso proponer un frente único a las organizaciones existentes y exigir que preparen la lucha.

Editorial de Opinião Socialista n.° 563, octubre de 2018 – PSTU, Brasil

Traducción: Natalia Estrada.