Después de haber sido detenido y extraditado hace unas semanas desde Uruguay, el pasado viernes, el juez federal Sebastián Casanello otorgó la prisión domiciliaria para Sebastián Romero.

Un gran triunfo de la lucha y la solidaridad obrera y popular ya que, después de 32 largos meses, Sebastián podrá verse con sus amigos, familiares y compañer@s.

Aunque celebramos esta noticia, no podemos confundirnos, Sebastián no está libre. Sigue estando injustamente detenido por haber participado en las movilizaciones del 2017 contra la reforma de las pensiones, un grave ataque a l@s jubilad@s.

Corriente Roja seguimos peleando por la inmediata libertad para Sebastián Romero, detenido en las instalaciones de la policía federal, y denunciamos que la protesta social no debe ser judicializada.

Hacemos un llamamiento a todas las organizaciones sociales, políticas y sindicales, a las que ya adhirieron a la campaña y a las que todavía no lo han hecho, a sumarse a la solidaridad con Sebastián y a exigir su libertad y la de tod@s l@s pres@s por luchar.