El Pleno del Congreso de los Diputados aprobó el pasado 19 de noviembre el Informe de reforma del Pacto de Toledo, que realiza una serie de recomendaciones.
Separación de Fuentes
Antes no había distinción entre pensiones contributivas y no contributivas. Para ambas se recurría a los Presupuestos Generales del Estado (PGE). A partir de ahí resolvieron separar las fuentes de financiación, de forma que las pensiones contributivas dependieran de las cotizaciones sociales. En la recomendación número uno no se opta por lo que sería más lógico: volver a la situación previa. En su lugar, se opta en avanzar por el mismo camino.
Poder adquisitivo
Defiende en su recomendación dos “el mantenimiento del poder adquisitivo de los pensionistas, su garantía por Ley”. Sin embargo, eso no obliga a revalorizar las pensiones con el IPC. Partiendo del bajo nivel de las pensiones dejar las cosas como estaban en lo referente a las subidas anuales, no es más que una tomadura de pelo.
Prolongamiento de la edad de jubilación
La recomendación número 12 pretende fomentar la permanencia de l@s trabajador@s en activo, para que la edad real de jubilación (por encima de los 64 años en estos momentos) se aproxime a la legal (65 años y 10 meses en 2020, serán 67 años en 2027), mientras que en la 17 (bis) se habla de la precariedad y el subempleo juvenil y se reconoce que “Los jóvenes se ven especialmente perjudicados por la precariedad y el subempleo, lo que dificulta generar amplias carreras continuas de cotizaciones”. Teniendo en cuenta esto ¿No sería más lógico dejar paso a l@s trabajador@s jóvenes incentivando por ejemplo los contratos de relevo?
Brecha salarial y de género
Hay otras recomendaciones en el documento como la 13 y la 17, donde no se concretan propuestas reales para paliar la brecha de género en las pensiones ni se arbitra ninguna medida concreta más allá de la palabrería habitual.
Transferir a manos privadas la gestión de las pensiones
Pero sin lugar a dudas la recomendación número 16 es la clave: la promoción de los fondos de pensiones privados dentro de las empresas. El planteamiento es que si el trabajador individual no puede o no quiere abrir un plan privado, obliguémosle a aceptar uno en el que las aportaciones se hagan sin su intervención. La idea es que las empresas y los comités de empresa lleguen a acuerdos para suscribir un plan de pensiones colectivo para tod@s l@s trabajadores de la empresa con el beneplácito de los sindicatos CCOO y UGT, que tienen a su vez intereses económicos en estos planes privados de pensiones de empresa. Es el primer paso para implantar la mochila austriaca. Algo que por otra parte ya existe en el País Vasco con las llamadas EPSV (Entidades de Previsión Social Voluntaria).
Los ataques a las pensiones públicas vienen de lejos
En los últimos años hemos sido testigos de cómo el PSOE con la complicidad de CCOO y UGT han ido aprobando diferentes reformas que suponían un ataque directo contra las pensiones públicas. Una senda que posteriormente tomaría Rajoy con la Reforma de 2013. Ahora de nuevo vuelven a la carga y en esta ocasión junto a Unidas Podemos, en nombre de lo que ellos han denominado “el gobierno más progresista de la historia”, tratan de convencernos de las “bondades” de estas recomendaciones para reformar las pensiones. Atrás quedan ya las promesas de Unidas Podemos.
Salir a la calle para asegurar las pensiones de hoy y de mañana
Ante los nuevos ataques que ya se anuncian no hay otra salida que responder y seguir movilizándose en la calle. La lucha decidida y la unidad de acción alrededor de la defensa de una tabla reivindicativa que responda a los verdaderos intereses de los pensionistas y la clase obrera, se convierte en una tarea clave para derrotar los planes que hoy amenazan seriamente las pensiones públicas.

Una lucha que no puede quedar reducida solamente a l@s pensionistas y que debe integrar también a l@s trabajador@s en activo y a l@s jóvenes que son en verdad l@s más afectadas por estas nefastas reformas.

No al pacto de Toledo.

Derogación de las Reformas Laborales y de pensiones de 2011 y 2013.

Pensiones garantizadas por los Presupuestos Generales del Estado.

Pensión mínima de 1084 euros ¡Ya!

Revalorización automática de las pensiones con el IPC.

Ni planes privados ni mochila austriaca.

Desaparición de la brecha de género en las pensiones.

No a la Reforma Escrivá. ¡Escrivá dimisión!